Hola. ¿Cómo están? Salgan de sus casas.
Salgan de las computadoras, también. ¡Pronto!
¿Tanto cuesta dejar de convivir con una maquina?
¿Es que todo anda bien?
La verdad es que no. Y es que -en la realidad objetiva y directa- mientras unos están sudando la gota gorda por un plato de comida, otros están sentados en una oficina dando ordenes.
Muy cierto es que unos se preocupan mas que otros en alimentarse de veneno industrial y que otros deciden de que estará compuesto el engaño de la comodidad, y con esto, el destino de sus victimas. Un suicidio en complicidad. Pero, sin darnos cuenta todos estamos incluidos en este sucio juego del desarrollo global. Hay, sin embargo, personas que valoran la materia de la mediocridad y que están dispuestas a proteger elactual orden social, ajustar tuercas y palancas para comprar nuestra complaciente sumisión.

Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón yRusia: El grupo 8 (que en realidad son 7, pues Rusia es solo una invitada para condecorar este progreso destructivo). Comentar que los gobiernos ubicados en estos territorios han desarrollado mayoritariamente la industrialización (en total acumulan más del 80% del capital internacional, sin embargo sólo representan un 13,5% de la población mundial) a costa de lamiseria de los denominados países tercermundistas y que están respaldados por instituciones de poder económico a nivel global como el Banco Mundial,el FMI o la OMC, puede ser darle solo vueltas al asunto. Pero innegable es que, nuestra posición territorial y económica y social nos ubica y condena como fieles esclavos y oprimidos.

Cada año se organiza el poder para combatir a sus eternos enemigos: la humanidad. En esta oportunidad el punto de concertación es Heiligendamm, un pueblo ubicado al norte de Alemania, los días 6, 7 y 8 de Junio. En las cumbres del G8 pretenden solucionar problemas que ellos mismos han causado: guerras, pobreza, hambre, enfermedades infecciosas.
Pero a muchos de nosotros no nos regocija que el capitalismo se coloque una mascara con rostro humano. Muchos de nosotros hemos dejado de respaldar ladominación de la autoridad y no queremos estar sujetos a leyes impuestas por elites de poder, pues el único progreso que cabe en sus conciencias es laevolución de las maquinas a costa del retroceso y degradamiento de la vida humana.

¿Nos podrán ser útiles las maquinas después de haber destruido nuestro único mundo?
Una pregunta que espera respuesta. Una respuesta, un golpe de la población mundial organizada.
No permitamos que las industrias contaminantes nos arrebaten el corazón. Que el G8 no respire más de nuestras vidas. Hagamos que el BASTA se haga oír hasta en los espacios donde la luz aun no llega, para que puedan provocar incendios de rebelión social.

Nuestros corazones salvajes hacen un llamado esperanzador a grupos e individuos que compartan este sentimiento de rebelión organizada frente a laglobalización capitalista. Proponemos la difusión mediante exposiciones, videos, boletines informativos, piedras, fuego y lo que la rutina inspire a realizar.