11/30/2007

Acerca de la lectura...

Los libros, revistas y demás publicaciones de materiales independientes deben tener el único objetivo de tener muchos objetivos. Ser un medio de incitación al conflicto permanente, a las revueltas espontáneas y la generalización del libre albedrío, no sólo dentro del contenido comunicativo que pueden generar, sino también en el desarrollo de su misma realización.

No queremos ni nos interesa ser lectores pasivos. La lectura separada de la vida, sin una relación y complementaridad con lo cotidiano, no sirve. Son palabras muertas. Mentiras. Si el único fin del conocimiento fuese convertirse en una biblioteca humana, preferiríamos tirar los libros a la hoguera.

Pero, sabemos que no. Que no es así. Que las palabras pueden ser una carga de pólvora que encienda nuestros corazones y acciones. Y si no es así, si "las palabras mienten"... ya es hora de cambiar todo esto.

Sólo cuando convirtamos las palabras en fuego, hemos de iniciar la primera e inevitable carcajada. Es hora de liberarles de los libros y de sus editoriales, de convertirles en un viento que pueda expandirse por el mundo acabando con todo límite impuesto por el sistema. Hemos de liberar nuestras palabras, pero sin olvidar liberar nuestras vidas.

2 comentarios:

anónimo 4 dijo...

La batalla se esta librando en el cerebro de cada ser humano vivo hoy. Uno solo puede ser una agencia contagiosa de algun imperio memetico o mantenerse como espora libre (presa de las corrientes aereas) o nada: buscar algo en el refrigerador, un empleo tranqui, conversar en la bodega mientras tomas una gaseosa.
La gente prefiere estar en nada antes que ensuciarse las manos con cosas complicadas y que los alejan del rebanio.
Yo, personalmente no me siento parte de nada. La ignorancia es una bendicion.

Cauac dijo...

Cultura contra poder, la batalla de la liberación mental. Pero, ah, lo de siempre: no se aceleren, que si las barreras son de "libertad", entonces eso no es Libertad.

...mmmhm concepciones del terreno escabroso de las jaulas culturales y contraculturales.

Pshhrupupurrá! Ñam, ñam, Yin-Yan, yun, yen, tin, ñam, ñum!

Prrr!