9/09/2007

Si peleas por la libertad,
demuéstralo también en la cama!

Sintámonos libres allí donde otras se sienten esclavas, sintámonos sujeto allí donde otros se sienten objetos. Cuidémonos. No impongamos fidelidad, no hagamos del otro nuestra propiedad. Respetémonos mutuamente, sin imponer nuestra voluntad ante la de nadie. Hablemos mientras otros callan. Basta de prejuicios y tabúes. Disfrutemos de nuestra desnudez. Sintamos placer donde otros sienten vergüenza. Tengamos sexo mas allá del fin reproductivo cristianamente aceptado: nos revolcamos porque asi se nos da la gana, porque nos divierte. No pedimos permiso a nadie para eso. Nada mas divertido que jugar con nuestros cuerpos. Donde sea. Como sea. Cuando sea.

Dos se gustan. Me atraes. Nos besamos. Caminamos juntos hasta algún lugar que pensamos es el adecuado vaya a saber por qué. Nos deseamos. Nos tiramos por ahí. Nos hacemos un bollito. Si hace frio nos damos calor. Si hace calor, nos damos calor, y ese calor es hermoso. Nos sentimos cerca. Cada vez mas cerca. Nos acariciamos y de repente vos sos parte mía, unos segundos. Nos unimos genuinamente. Nos respiramos. Todo fluye. Allí ni la piel es frontera. Esos segundos son inmensos, porque son tuyos y míos, porque se prolongan con nuestro placer. El tiempo ya no nos importa. Ni el lujo ni el confort. Ni el lugar. Ni cómo ni para qué. Dos se gustan, tan solo eso. Cuando dos se besan el mundo cambia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Chapeau!


Anarchiesta

Anónimo dijo...

Pronto en Lima publicación por la ruptura de género, por la diversidad

Cauac dijo...

o tres :)